Generación,
Transporte y Distribución de Energía en Argentina
Introducción
A continuación, veremos de manera
sencilla y fácil de entender cómo es la estructura de la red eléctrica del
país, junto con los factores que intervienen e inciden en las tarifas de
costos energéticos en diferentes áreas del país. Para comenzar, hay que
conocer la anatomía de la infraestructura del sistema eléctrico:
El sistema eléctrico de la Argentina
está dividido en tres segmentos fundamentales que condicionan los costos de
la energía eléctrica al consumidor final:
·
Generación de la energía
eléctrica
·
Transporte de la electricidad
·
Distribución de la electricidad a los
consumidores
Generación de la Energía
Eléctrica
La Generación de Energía Eléctrica se
realiza en decenas de plantas generadoras distribuidas a lo largo y lo ancho
del país. Los generadores de electricidad de Argentina incluyen plantas de
generación térmica, hidroeléctrica, nuclear, eólica y fotovoltaica. La
matriz energética en argentina está compuesta de, aproximadamente, un 60% de
generación Térmica, 30% Hidroeléctrica, 6% Nuclear y el resto distribuido
entre distintos tipos de generaciones por energías renovables.
Las plantas de generación eléctrica
de la Argentina son operadas por más de 55 empresas que en su mayoría son
privadas y que operan más de una usina eléctrica en la mayor parte de los
casos. Entre estas empresas, se incluyen 35 compañías de generación térmica,
20 compañías de generación hidroeléctrica y una compañía nacional de
generación nuclear (Nucleoeléctrica Argentina S.A., no confundir con CNEA –
Comisión Nacional de Energía Atómica).
En las centrales eléctricas hay
máquinas llamadas generadores que aprovechan la principal propiedad de la
energía, que es convertirse de un tipo de energía a otra. La energía
eléctrica se produce cuando una bobina metálica rodeada por magnetos
comienza a girar. En las centrales eléctricas, estos generadores convierten
la energía mecánica (de movimiento de rotación) de enormes turbinas en
grandes cantidades de energía eléctrica.
En las centrales térmicas, un
combustible fósil al entrar en combustión en un motor, provoca la rotación
de las turbinas que incluyen bobinas que están rodeadas por magnetos y que
al girar generan electricidad. En las hidroeléctricas, la usina tiene que
encontrarse cerca de un salto de agua, como por ejemplo ríos de alto caudal
a desnivel o una represa. El agua es enviada hacia abajo por fuerza
gravitatoria a través de un conducto en desnivel que llega hasta unas
turbinas con paletas. Al caer el agua sobre las paletas de las turbinas con
bobinados, estas giran mecánicamente y su rotación genera la electricidad.
En las plantas nucleares, una reacción nuclear provocada por barras de
uranio produce espontáneamente altísimas temperaturas dentro de un reactor,
por donde pasan tubos con agua que se evapora instantáneamente y cuyo vapor
mueve las aspas de una turbina bobinada que al girar genera energía
eléctrica. En el caso de los generadores eólicos, es el movimiento de los
molinos a causa del viento lo que provoca la rotación de una turbina que al
girar genera electricidad.
Hacia febrero de 2020, la potencia
instalada de la Argentina era de alrededor de 40.000MW. Esto significa que
la cantidad máxima de energía eléctrica que se puede producir en un momento
dado por todas las centrales eléctricas del país trabajando a la vez, es de
40.000 Mega watts (o sea 40.000 millones de watts), lo que equivale a poder
alimentar a más de 400 millones de lámparas de 100 Watts encendidas a la vez
en todo el país.
Transporte de la Energía
Eléctrica
Todas las centrales generadoras de
electricidad del país están interconectadas a una red eléctrica nacional
llamada Sistema Argentino de Interconexión (SADI). A través del SADI, la
electricidad generada en las usinas eléctricas puede ser transportada a
cualquier parte del país. Y es allí donde entra en escena el segundo
segmento del sistema eléctrico argentino, el del transporte de la
electricidad.
Dicho transporte se realiza a través
de líneas de alta tensión que recorren el país. Dadas las grandes distancias
que la electricidad debe recorrer, ésta debe ser transportada en alta
tensión (a cientos de miles de voltios), para contrarrestar el efecto
conocido como Efecto Joule, que provoca que al recorrer grandes distancias
la electricidad, gran parte de su potencia se pierda en forma de calor,
recalentando los cables. Una forma de evitar este efecto, es aumentar lo más
posible la tensión o voltaje de la corriente transportada, incluso hasta
niveles de 500 kV cuando la electricidad tiene que ir de una región a otra
del país, por ejemplo, de la Patagonia al centro del país. Esto nos permite
reducir la Intensidad de la corriente en circulación, reduciendo
drásticamente las pérdidas en forma de calor.
El Sistema Argentino de Interconexión
(SADI) está organizado por regiones: GBA (Gran Buenos Aires), Litoral (Entre
Ríos y Santa Fe), Provincia de Buenos Aires (sin el Gran Buenos Aires), NOA
(Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Catamarca y La Rioja), Centro (Córdoba
y San Luis), Cuyo (San Juan y Mendoza), Comahue (La Pampa, Neuquén y Río
Negro), Patagonia (Chubut; Santa Cruz; Tierra del Fuego, Antártida e islas).
El transporte de la electricidad a
través del SADI se realiza mediante dos subsistemas que lo componen, el
Sistema de Transporte de Alta Tensión (STAT) y el Sistema Troncal (ST). El
STAT opera de 500 kV a 220 kV, y transporta la electricidad de una región
del país a otra. El Sistema Troncal (ST) transporta la electricidad dentro
de una misma región entre plantas generadoras y distribuidores operando a
132, 220 y 66 kV, según las necesidades. La única empresa a cargo del STAT
es Transener, propiedad de la compañía privada Pampa Energía. El Sistema
Troncal está a cargo de distintas empresas como Transba (En Buenos Aires y
AMBA), Transnoa (NOA), Transcomahue (Comahue), Distrocuyo (Cuyo) y Transpa
(Patagonia). La empresa Transba, así como la distribuidora EDENOR en la
región del AMBA, también son propiedad de la compañía Pampa Energía.
Las empresas transportadoras de
electricidad cuentan además con subestaciones transformadoras elevadoras que
aumentan la tensión y subestaciones transformadoras reductoras que bajan la
tensión eléctrica. Por ejemplo, la red de alta tensión (STAT) operada por
Transener y que vincula a todas las regiones del país, está compuesta por
más de 12.300 kilómetros de líneas de transmisión y 44 subestaciones
transformadoras a nivel nacional.
Distribución de la Energía
Eléctrica
El último segmento del sistema
eléctrico lo constituyen las empresas distribuidoras de la electricidad,
encargadas de la última etapa del proceso que lleva a la energía eléctrica
desde la planta generadora hasta los consumidores finales. La
distribución de la electricidad a los consumidores está a
cargo de empresas concesionarias (en su mayoría privadas salvo en algunos
casos en donde son estatales como Santa Fe, Córdoba, La Pampa, entre otros)
cuya función es suministrar toda la demanda de electricidad a su zona de
cobertura.
Por lo general las zonas de cobertura
de las empresas distribuidoras de electricidad son provinciales, o sea una
empresa distribuidora por provincia, salvo en el caso de la provincia de
Buenos Aires que está subdividida en cuatro zonas eléctricas y en el caso
del AMBA, donde dos empresas (EDENOR y EDESUR) cubren toda la demanda de la
Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. Sin embargo, en muchas
localidades del país han optado por distribuir la electricidad a nivel local
a través de cooperativas eléctricas municipales. Por ejemplo, en la
provincia de Buenos Aires, además de las distribuidoras provinciales, hay 27
distribuidoras municipales.
Las empresas distribuidoras les
compran la electricidad a las plantas generadoras y le pagan a Transener y a
la empresa del Sistema Troncal que corresponde a su región para que le
transporten la energía eléctrica hasta sus centros de transformación, donde
la electricidad es reducida a media tensión (un valor de entre 1 y 36 kV).
De allí, es distribuida por todo el distrito que cubren y, antes de ser
suministrada a los consumidores, es reducida nuevamente en centros de
transformación a 220 volts (baja tensión), desde donde es enviada
directamente a clientes residenciales, comerciales e industriales.
Veamos un ejemplo práctico: La
empresa EDESUR, distribuidora de la mitad sur del AMBA, solicita el envío de
electricidad de la central generadora El Chocón, ubicada sobre el Río Limay
(Neuquén), a unos 1.500 kilómetros de distancia, para cubrir sus necesidades
en el barrio porteño de Villa Crespo.
·
Se genera electricidad en la Central
Hidroeléctrica El Chocón, en Neuquén. Antes de ingresar la corriente
eléctrica al Sistema Argentino de Interconexión, pasa por una subestación
transformadora elevadora que aumenta la tensión de la electricidad a 500 kV
para poder cubrir la gran distancia que deberá recorrer hasta Buenos Aires
sin perder potencia.
·
La electricidad llega a la
subestación transformadora de Ezeiza, en el GBA, donde su tensión es
reducida a 13,2 kV y de allí es enviada al barrio porteño de Villa Crespo
por líneas de 13,2 kV.
·
Cuando la electricidad llega a Villa
Crespo, pasa por una subestación transformadora de media tensión que reduce
aún más su tensión a 13,2 kV y de allí la distribuye por Villa Crespo. Antes
de ser entregada a las casas de los consumidores residenciales, es reducida
en transformadores a una baja tensión de 220 volts.